LIDERAZGO, INNOVACIÓN Y ESPÍRITU EMPRESARIAL
El
liderazgo, la Innovación y el Espíritu Empresarial, por lo general son términos
que los asociamos con la creación, la búsqueda de recursos necesarios, y el desarrollo
de un plan de negocio, como elementos básicos para crear y fomentar nuestra propia empresa, asumiendo nuevos
riesgos, aprendiendo de nuestros errores en el camino de nuevas oportunidades.
Muchas veces nos hemos percatado
que el problema de la sociedad radica en la falta de organización y planificación en las
actividades que se pretenden realizar y las metas a las que se quiere llegar.
Todo ello engloba a la falta de
liderazgo y administración adecuada y correcta del talento humano.
Es así que un verdadero liderazgo
no es aquel que tiene por finalidad
posesionarse de un título o nombramiento, sino aquel que nos permite trabajar
en equipo, con una actitud positiva sin nada de autoritarismo en contra de
nadie, e incentivar el trabajo para lograr los objetivos en grupo; tiene que
caracterizar ante todo el carisma, la paciencia, la responsabilidad, el
conocimiento, la disciplina y la comunicación para poder llegar a los demás.
Cuando planteamos o introducimos
nuevas ideas, productos, conceptos, o alguna actividad estamos siendo útiles
para incrementar la productividad, pero no basta con el hecho de solo pensar y
decir esas nuevas ideas sino en saber introducirlas satisfactoriamente y que
tengan un efecto en el mercado y poder llegar a la gente, y a su vez que
disfruten del resultado de la misma.
Las ideas o novedades no solo
pueden surgir de una persona; es decir, todos somos partícipes en la generación
de ideas como: empleados, clientes, expositores, seminaristas, etc.; todas son
entradas en el proceso de innovación, de allí parte a mejorar, cambiar y
desarrollar un nuevo espacio, un nuevo producto o servicio, a una persona, etc.
Es importante que nos demos
cuenta hacia dónde vamos y que es lo queremos, solo así nos daremos cuenta de
la importancia que tiene emprender una idea, un supuesto o simplemente un
sueño, debemos de persistir, luchar y nunca darnos por vencido hasta lograr lo
que nos proponemos o anhelamos, no debe abastecernos el hecho de ser facilistas
ni tampoco quedarnos estancados con lo que tenemos, solo así pensaremos en
romper barreras y ser conscientes de que la gente cambia para bien y por lo
tanto se debe hacer lo mismo con los productos y servicios.
Todos las personas generamos
constantemente nuevas ideas, nuevas formas de productos y servicios, lo que nos
diferencia del resto es que aquellas personas emprendedoras, son ahora las
dueñas de grandes e importantes empresas, negocios u organizaciones, son
personas que no se quedaron estancadas allí, no se quedaron “dormidas”,
pensaron en la manera de llevar a cabo su sueño, realizaron análisis, estudios
y sobre todo le pusieron muchas ganas en lo que querían hasta hacerlo un hecho;
por ello la importancia de reconocer nuestro “espíritu empresarial”.
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